lunes, 18 de mayo de 2009

Mario Benedetti - Así sea

"Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardíacos
y de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como un certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría."

Defensa de la alegría
Mario Benedetti

Mantengo la promesa de defenderla, aunque días como hoy cuesta.

Pensarás que por fin has escapado del exilio.

Te equivocas.

La realidad es que ya se te echa de menos en casa.


Agur, Jaunak.

sábado, 16 de mayo de 2009

Alfonso Sastre - Hoy la democracia mola menos

"Pablo.-(Saca cigarrillos) ¿Quiere fumar?
Celia.- No, gracias. (Él enciende. Ella lo observa.) Le preguntaría quién es usted. (Él va a decir algo. Ella lo detiene con un gesto.) Pero no lo haré nunca. Es capaz de decírmelo.
Pablo.- ¿Por qué no?
Celia.-(Lo observa.) Se diría que nunca ha trabajado en nuestra organización.
Pablo.- ¿Por qué?
Celia.- Desconoce las reglas.
Pablo.-(Sonríe ingenuamente.) Eso creo.
Celia.- Cuanto menos sepamos los unos de los otros, mejor. ¿Es capaz de entenderlo?
Pablo.- Creo que sí. Pero... (Se calla)
Celia.- Dígalo.
Pablo.- Me parece horrible.
Celia.- Nadie ha dicho que no lo sea.
Pablo.-(Parece reflexionar.) Pienso que se nos niegan demasiadas cosas.
Celia.- "Casi" todo... por ahora.
Pablo.- ¿Y hasta cuándo?
Celia.- Hasta..., hasta ese día feliz. Ese día podremos mirarnos todos cara a cara.
Pablo.- Afortunadamente, creo en ese día.
Celia.- Todos creemos. O hacemos por creer."

En la red (1959)
Alfonso Sastre

Hoy, seguramente, Alfonso Sastre ya no cree en ese feliz día. Otros hacemos por creer, pero se nos destrozan las esperanzas.

Tenía pensado desde hace tiempo escribir un post sobre En la red, la obra teatral que Alfonso Sastre consiguió representar en la España del caudillo. Me gusta porque se representó pese a que buscaba, de una forma bastante clara, la toma de conciencia del público con la realidad social de la época franquista. Para burlar la censura, Sastre que situó la acción en Argelia e hizo referencia al Front de Libération National (FLN), un grupo que actuaba en el país africano en contra de la ocupación francesa. De esta manera, Sastre habló, sin mencionarlo, del FLP (Frente de Liberación del Pueblo) que entonces actuaba en España.

En el aspecto literario, aprecio especialmente esta obra por cómo transmite esa atmósfera claustrofóbica, esa sensación que inunda a todos los personajes del texto de la misma manera que la sentía el propio autor en la época franquista. Para acrecentar la sensación, las historias que vienen del exterior sólo pueden oírse, nunca verse. Pese a haberlo logrado, la obra fue representada por el Grupo de Teatro Realista (GTR) en una sola ocasión, que además sirvió para que Franco se pusiera la medalla de la tolerancia en la opinión internacional y no para que el mensaje de Sastre llegara a calar en la sociedad.

Otras obras que escribió Sastre durante el franquismo son El cubo de la basura, en la que explica cómo formar un grupo de resistencia dentro del pueblo y en contra del régimen; o Escuadra hacia la muerte, donde cinco soldados conviven con un cabo muy tirano al que acaban matando en una clara alegoría del tiranicidio.

Pero no es momento de debate literario y sí de urgencia democrática. Por eso escribo esta entrada de forma precipitada. Hoy, el partido Iniciativa Internacionalista ha sido ilegalizado porque está encabezado por Sastre, aquel que buscó dinamitar al franquismo desde la concienciación social y el activismo de izquierdas. El autor, nacido en Madrid en 1926, ha sido considerado por la justicia española como malo, rojo y batasuno porque hace dos años se presentó en la candidatura de ANV.

Gracias a esta actuación ilegalizadora de la justicia tampoco se podrán presentar a las elecciones la peligrosa dirigente de Izquierda Castellana Doris María Benegas -hermana del conocido socialista Txiki Benegas-; ni al violentísimo Josep Garganté, sindicalista catalán; ni al despreciable Zésar Corella, de la Chunta Aragonesista; ni al poeta gallego terrorista José Luis Méndez Ferrín, que en su momento fue presentado como candidato al Premio Nobel de Literatura; ni al desestabilizador miembro de CCOO de Sevilla Juan Ignacio Orengo; ni a la temible actriz de la serie "Cuéntame" Alicia Pérez Herranz; entre otros abominables monstruos de izquierdas de todos los lugares de España, comprometidos con las corrientes de pensamiento que con tan buen criterio siempre persiguió Franco.

Suerte que están el fútbol, la misa, las putas y las artes del toreo, porque 34 años después de la caída del régimen, en esta renacida España de pandereta aún se persiguen la cultura y las voces críticas.

jueves, 7 de mayo de 2009

Papi sale a defenderme

¡Importante! La imprudencia de ciertos amigos -o eso dicen llamarse- del facebook para conmigo ha despertado la ira de mi padre.

Ciertas insidiosas observaciones acerca de la naturaleza de mi cumpleaños, o de la naturaleza de mi propia naturaleza le han soliviantado y eso es algo que queda fuera de mi control.
Ahora quiere ser oído. A mí me extraña, porque él nunca ha hecho acto de presencia, ni ha buscado la popularidad o la fama, pero esta vez ha insistido.

Claro, no voy a ser yo quien le quite el derecho a defenderme. Al fin y al cabo de él provengo y puedo asegurar que su presencia nunca me ha coartado ni cohibido. Siempre me he sentido con libertad absoluta para hacer todo lo bueno y malo que se me haya ocurrido.
Aquí dejo sus palabras, que espero que ya hayan hecho su efecto en la maléfica red social. Cada conciencia las asuma como considere oportuno.


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“Contaré la historia de Zeberio Zato sólo una vez. No busco orgullo ni gloria al hacerlo, y advierto desde este momento que únicamente su perseverancia y una buena dosis de fortuna son las artífices de que él esté hoy aquí con nosotros, y nos permita celebrar su primer año de vida.

Zeberio Zato es producto de un sueño que me arrolló el 5 de mayo de 2008.

Aquella noche desperté desvelado. Mi mente había pergeñado una de esas historias que sólo se cuecen en las cabezas de los grandes artistas. El primer impulso fue ceder a la pereza, mantenerme en el sopor, pero tamaña revelación exigió con ahínco su paso a la posteridad. Convencido por fin, la apunté en la libreta, esa que guardo al lado de la cama para cuando las musas vienen a deshoras.

Dormí después tranquilo y esperanzado, especialmente satisfecho. Albergaba en mí la extraña certeza de que de esa historia saldría algo inolvidable. Quizás un día se convertiría en genial relato. O mejor, vería la luz como una trepidante novela.

A la vuelta del trabajo, por la tarde, releí la libreta dispuesto a dar forma al espécimen. Cuál fue mi decepción al comprobar la realidad. La historia, como todas las que me habían venido siempre en sueños, era una auténtica bazofia. No había en ella nada que salvar. De hecho, no me acuerdo de ninguna de las aristas de su argumento. Ni siquiera creo que su argumento tuviera aristas.

La abandoné, como es lógico. Pero los días siguientes comenzaron a suceder cosas extrañas. Primero me empecé a sentir observado. Luego vi que las cosas ya no estaban siempre en el lugar que el azar, y no el orden, les había asignado. Poco después descubrí que aquel papel me perseguía. Este hecho puede parecer circunstancial si valoramos que no soy una persona especialmente ordenada, y que no tiro nunca a la basura papeles con letras escritas salvo que se trate de folletos de propaganda. O sea, que en mi casa los papeles siempre le persiguen a uno. Pero nunca lo habían hecho de esta manera. No con esta insistencia.

Por las mañanas lo encontraba detrás de la tostadora, tanto que acabó con las esquinas quemadas como un pergamino antiguo. A la hora de la siesta se colocaba justo encima el mando de la tele y me miraba, con sus letras azules, mientras yo me levantaba a cambiar de canal. Un día se camufló entre los papeles de fumar, otro desperté y me lo encontré entre las sábanas. ¡Era horrible! El producto de mi mediocridad literaria me perseguía día y noche.

Con el paso del tiempo no me quedó opción. Tuve que enfrentarme a él, y lo hice como siempre: con decisión. En un alarde de valentía releí la historia que él albergaba. Buscaba la clave de esta psicosis. Y encontré su nombre. El personaje de aquella basura tenía un nombre que portaba una sonoridad incomparable, ¡un nombre que quería salir de allí y tomar vida propia! Por fin había llegado a mí, lo había conseguido Zeberio Zato.

A los seis meses, el pasado noviembre, Zeberio creó un blog. Yo siempre había querido tener uno, pero fue él quien se adelantó, y le dejé hacer.

Dos meses después se dio de alta en facebook. Como era nuevo en esto, puso al azar la fecha del 1 de marzo como cumpleaños. ¡Qué sorpresa cuando se vio felicitado por tanta gente, qué alegría más grande!

Hoy, verdadero día de su cumpleaños, hago balance del primer año de vida de Zeberio Zato. Aquel personaje cabezón e insistente cuenta hoy con más de mil amigos cibernéticos, un blog con casi 7.000 páginas vistas, que ha sido abierto en 52 países, y prepara su primer libro autopublicado, una narración de una semana en Nueva York que verá la luz en breve. Además, su nombre despierta sonrisas y misterios allí donde se pronuncia. Que lo he visto con mis propios ojos.

El mayor orgullo de un padre es que sus criaturas crezcan felices.

Espero que esta narración haya aclarado las mentes de quienes dudan de la veracidad del cumpleaños de mi hijo, o de quienes pretenden hacer creer que Zeberio Zato no es un personaje real. Tan real como usted o yo, queridos lectores. Sólo tienen que verlo.

Fdo. Su padre.

PD. Disculpen si han tenido dificultades para leer lo expuesto. Es Zeberio quien desarrolló la habilidad de la escritura, no yo.”