defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardíacos
y de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como un certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría."
Defensa de la alegría
Mario Benedetti
Mario Benedetti
Mantengo la promesa de defenderla, aunque días como hoy cuesta.
Pensarás que por fin has escapado del exilio.
Te equivocas.
La realidad es que ya se te echa de menos en casa.
Agur, Jaunak.
Zeberio, seguro que esa tristeza que nos invade al irse alguien como Mario se hace un poco más digna al saber que de una manera u otra siempre nos quedará grabado algo así en el alma:
ResponderEliminarTengo un mañana que es mío
y un mañana que es de todos
el mío acaba mañana
pero sobrevive el otro.
Mario Benedetti.
Ains, menos mal que encuentro en ti consuelo, que acabo de leer una entrada de una sobre Benedetti (y su desconocimiento sobre él) y me ha metido en la misma enumeración a Gala con Verlaine y Cernuda.
ResponderEliminarBenedetti is dead!
ResponderEliminarGracias, anónimo, por el poema. Dice mucho en tan pocas palabras.
ResponderEliminarMadame, no creo que sea tanto consuelo. Realmente es un autor al que no había seguido mucho. Sí me gustan algunos de sus poemas, pero nunca me he terminado una novela suya. Y eso que intenté dos veces con La tregua, pero me aburrí o me aparecieron otros libros más interesantes. Es el problema de la lectura simultánea.
Y a Benedetti is dead: qué pena. Seguro que eres de los que piensa que hasta tú podrías hacer poesías como las suyas. Lo he oído muchas veces, pero todavía estoy esperando a que alguien que se cree tan listo las haga. ¿Serás tú el primero?
Qué pena la gente que sólo encuentra motivación para criticar y destruir.
Si yo tampoco es que sea fan absoluta de Benedetti, pero juntar a Gala con Verlaine y Cernuda me parece un pecado que creo que tú nunca cometerías
ResponderEliminarNo, creo que ese pecado ni siquiera yo cometería ;-)
ResponderEliminarGracias por la confianza!
Hace a penas unos días
ResponderEliminarque te fuiste de casa...
Hoy te echo de menos,
pero tenías que hacerlo...
Te lanzaste al exhilio,
a un mundo desconocido
para llevar tu poesía
y tu inmenso mar de palabras...
Más desde donde estás
con tu mirada firme me mirarás...
Espiarás mis cuadernos
y mis nuevos amores...
Pero sé...
que desde ese lugar
lanzarás versos convertidos en lágrimas,
me inundarás con tu pasión...
Y en las noches...
besarás mis labios
con tu más caluroso amor
y ya no habrán fronteras
que separen a nuestra Latinoamérica
pues tu sur
nos unirá
en un mundo,
en un verso,
en una palabra...
Hay que defender la alegría a muerte, querido. A mí me la contagiaste el tiempo que te sentaste a mi lado. Te echo de menos, navarrico mío. Besos. Ya sabes quién soy.
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