"Me quedé solo en la tumba. En cierto modo me gustó. Aquello estaba muy bien y muy tranquilo. De pronto no se imaginan lo que vi en la pared. Otro «Que te jodan». Estaba escrito con una especie de lápiz rojo justo debajo de la parte de cristal de la pared, debajo de las piedras.Eso es malo. Que no hay forma de dar con un sitio bonito y tranquilo porque no existe. Puedes creer que existe, pero una vez que llegas allí, cuando no estás mirando, alguien se cuela y escribe «Que te jodan» delante de tus narices. Prueben y verán. Creo que si algún día me muero y me meten en un cementerio y me ponen encima una lápida que diga Holden Caulfield y el año en que nací y el año de mi muerte, debajo alguien escribirá «Que te jodan». De hecho estoy convencido."
J.D. Salinger
Como ocurre con muchos otros genios, la persona era lo de menos. Me quedo con sus Nueve cuentos, una serie de historias de guerra, amor e infancia que son, para mí, lo más genial que escribió el autor. Incluso más que El guardián entre el centeno. Tengo en mente una entrada sobre la novela, pero todavía debe esperar, que me faltan una relectura y unas cuantas reflexiones para poder dar en algún clavo sólido.
Hoy sólo puedo decir «Descanse en paz».
O mejor, «Que te jodan».
PD: El blog El síndrome Chéjov incluye un relato que merece la pena ser leído. Su autor es Miguel Ángel Muñoz -el blog es suyo- y me ha parecido un homenaje genial. Pinchad aquí si queréis disfrutarlo.
