lunes, 23 de noviembre de 2009
Otro concurso que no gano, mierda
La bitácora de Sergi Bellver ha fallado hoy el IX Premio de Relato Mínimo Diomedea -aquí, el link para poder leer los relatos ganador y finalista-.
Es la primera vez que escribo una entrada sobre un premio, pero me parece de necesidad por dos razones.
1.- Porque yo envié un relato que no ha sido premiado. Vale que entre 86 era difícil, pero coño, a mí me gustó cómo me quedó. En un principio, tras la desolación por el poco aprecio que han recibido mis letras, pensé en publicarlo aquí para que todo el mundo viera lo injusto de la decisión. Sería mi venganza, el momento en que la evidencia de la calidad dejaría patente semejante desfachatez.
Pero luego he hecho algo que ningún autor de prestigio como yo debe hacer. Este hecho, el de que soy un autor de prestigio, queda fuera de toda duda pues cuento en mi haber con 0 relatos publicados, 0 premios literarios en los cinco certámenes en que me he atrevido a robar tiempo al jurado y unas críticas tan despiadadas como cargadas de envidia de los pocos que me han leído algo. Es mi sino, ser como Ignatius Reilly, que todos los necios se conjuran contra mí.
Decía, perdón, que se me va la olla, que he hecho lo que ningún autor de prestigio debe hacer nunca, bajo ningún concepto: leer a los ganadores.
Y he entendido algunas cosas.
El relato ganador -"De relojes y hombres", de Pedro Peinado Galisteo-, que no se merece el premio porque me lo merecía yo, cuenta en sus menos de 200 palabras una alegoría que yo sería incapaz de resumir en 200 folios a espacio simple. Tiene ritmo, sorpresa y es divertido. Será cabrón.
El relato finalista -"El niño y la guerra", de Jesús Esnaola Moraza- tiene un giro dramático al final que cambia completamente el sentido de lectura que llevábamos. Y todo en sólo 170 palabras. Las he contado porque, en un momento, dice: elchicoquesabíadóndecaeríanlasbombas. Y he pensado: ¡trampa! ¡junta las palabras para no llegar a las 200 reglamentarias! Iba a desmontar con mi ira todos los entresijos del concurso, pero no he podido. Otro argumento que se me cae, porque el autor podría haberlo escrito separado y habrían salido sólo 177. Mierda.
Hay que decir que, por si fuera poco no darme un premio a mí, esta vez ha habido un único finalista. O sea, que han dejado la otra posición de relato de mérito desierto. Yo me lo he tomado como lo que es: una afrenta, igual que todo lo que no sea darme premios a mí. Así que he decidido no enviar ningún relato más al concurso.
Por favor, esos del jurado, dejen de aplaudir y dar saltos que lo mismo cambio de opinión.
Veo que siguen aplaudiendo... pues hala, otro que les mando para la próxima. Ustedes se lo han buscado.
2.- Esta razón es mucho menos importante que el hecho de que no me hayan dado el premio, dónde va a parar, pero he de decirla.
Sergi Bellver, el organizador, amenaza con que la próxima edición, o sea, la décima, será la última. Sus razones para abandonar son tan poderosas y comprensibles que no puedo intentar convencerle de que persista, pero desde aquí le pido que agote las posibilidades de seguir convocándolo. Ya sé que hay muchos concursos literarios, ya sé que el mundo está saturado de cuentos buenos, regulares y malos, que se publican infinitos libros al año, muchos más de los que nadie se podría leer en toda la vida. Pero he leído los premiados en otras convocatorias y, por lo poco que sé de Sergi, estoy seguro de que el Diomedea es uno de los concursos independientes, de esos que no se casan con nadie. Y lo más importante: creo que nace de la buena voluntad y de las ganas de aprender y leer. Por eso me gustaría que siguiera con el esfuerzo de convocarlo.
Bueno, vale, el párrafo anterior era peloteo. Realmente, exijo que lo siga convocando por lo menos hasta que gane yo.
Queda dicho.
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Me ha encantado su manera de exponer la correspondiente queja. Estará a estas alturas en manos de la Justicia, supongo. ;)
ResponderEliminarA mí lo que más me impresiona es que tengais esa imaginación y ese empuje para participar en los concursos. ¡yo me quedaría en blanco!
:DDDD
ResponderEliminarMe encanta :)
Premio a la queja más divertida y literaria.
R.A.
Uf, lo que me he reído. Premio Diomedea a la mejor queja.
ResponderEliminarEspero que ganes algún premio, mientras haya humor hay esperanza.
Pedro Peinado.
No se vale, no se vale.
ResponderEliminar¿Has probado con esa frase demoledora? ¿no?
Hombreeeeeeeee, si es que te faltan argumentos de peso!!
Yo como Isi, admiro muchísimo a todos los que participáis en estos concursos.
Bueno, directamente a los que escribís.
Y tu relato entonces ¿dónde lo podemos leer?
En este caso sí que le he puesto un "qué asco positivo". Qué asco que no ganaras,que no publicaran tu relato y que no podamos despedazarlo.
ResponderEliminarUy, perdón.
Hacerle una crítica constructiva.
Eres un caso ZZ. Me he divertido mucho. Las espadas en alto. Nos veremos en la décima edición. Tal vez no hayas conseguido ganar el Diomedea pero sí que has conseguido que me pase por aquí a visitarte.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Jesus
Me uno a tu lamento. Yo sólo puedo decir que en julio me presente a un concurso de microrelatos (el primer concurso al que me presento)y esta semana ha salido el ganador. Había 3542 participantes, si no me equivoco, y en una primera criba, me quede entre los 100 elegidos, ¡que alegría! ¡qué alboroto!, ahora sale el ganador y no me encuentro ni entre los finalistas.... pues nada, lo mismo algún día me vuelvo a sentir valiosa para escribir otro mini texto.
ResponderEliminarNada, que lo siento, otra vez será y no te desanimes.
Eva ¿Estuviste entre los 100 mejores de más de 3.500?
ResponderEliminar¡¡Está súper bien!!
no podria decir a ciencia cierta que tu relato merecía ganar o no, ya que no lo he leido y no tiendo a caer en la irresponsabilidad de criticar algo sin tener idea alguna sobre tal.
ResponderEliminarpero lo que te ha pasado no es nuevo. en mi caso personal, envie un cuento corto a un concurso, en el cual siquiera quedó en la pre-seleccion, y misteriosamente, un par de meses despues, queda como finalista (entre 2500 participantes) en un concurso internacional de narrativa, incluyendolo en una antologia latinoamericana...
en lo personal ya me parece gracioso, no le doy al caso el que no tomen en cuenta en ciertos lugares, ya que los factores son muchos: desde el enfoque del concurso hasta la dudosa imparcialidad de algunos jueces.
disfruta el sabor metalico de la derrota, que pronto vendran nuevos vientos para ti.
Lo que, si,la verdad es que no aspiraba a ganar pero si esperaba ser finalista. en fin.
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