miércoles, 19 de mayo de 2010

Más de visitas... y sin Zeberio

El alma mater de este blog, Zeberio Zato, sigue ignorando nuestras llamadas. Tendré que seguir manteniendo con vida este blog, aunque sea en contra de la voluntad del autor.

El martes pasado, en una nueva entrega del Foro de Auzolan, lo creímos atisbar escondido en una de las últimas y apartadas sillas de la sala. Si lee su propio blog -este, ni más ni menos-, podrá confirmarnos si era él aquel personaje con coleta, gafas de sol de ositos polares y pañuelo palestino que le tapaba el cogote. En vista de cómo ignora su obra y la excelsa compañía que contribuyó a crear, únicamente queda decirle que, si su intención era pasar desapercibido, le salió fatal.
Pese a la rabia que nos inunda, que ya se hace insostenible, fuimos respetuosos con su torpe deseo de anonimato y esperamos al final de la charla para dirigirnos a él. Y entonces desapareció. Sin dejar huella, ¡zas!, como Keyser Söze -no perderse el final de Sospechosos habituales, o mucho mejor, toda la película-, ya no estaba.

En su bandeja de entrada de mail debe de tener unos cincuenta mensajes del consejo de administración de
Vividor de otras vidas, eso sin contar los de las miles de admiradoras que a diario le inundan con misivas y fotos cachondas. Como Zeberio no entiende mucho de ordenadores y no ha cambiado la contraseña de su mail, estas fotos son la alegría de la oficina cada mañana. Así que no desfallezcáis, queridas admiradoras, que si no es el señor Zato quien recibe vuestras misivas, desde su cuartel de operaciones del blog os mostramos nuestro más firme apoyo.


Como decíamos, hubo charla el martes, 25 de mayo, amenizada por Jorge Carrión. Al investigar en el blog me he enterado de que es el mismo personaje que impartió el curso de diciembre al que acudió Zato -los ininteligibles comentarios al respecto están aquí, aquí y aquí-. También, reflexionando profundamente sobre ello mientras me tomaba una cerveza Aurum y veía la clasificación del gran premio de Turquía de F1, me he dado cuenta de que Carrión sabe mucho de la nueva narrativa en español del siglo XXI. Ya le he mandado un mail a Zeberio Zato para ver si se ha leído algunos de los autores que apunté, porque yo desde luego no lo he hecho. Bueno, la verdad es que yo nunca he leído un libro entero, dato fundamental que me enorgullece enormemente y que, como todos pueden observar, no me impide escribir en un blog literario.

De aquella charla pude extraer dos conclusiones muy claras.
1.- Jorge Carrión está muy bueno. No sólo es algo que yo sospechaba, sino que lo oí comentar por alguna de las asistentes a la charla -casi todas ellas de sexo femenino, por lo menos en apariencia externa, que después de escuchar unas palabras tan alejadas de los valores tradicionales de la familia y el orden social necesario para toda convivencia, quién sabe ya qué sexo tienen las personas que visten como mujeres-.

2.- La literatura iberoamericana actual tiene una estructura muy complicada. Espero que Zeberio Zato, que ya tiene en su mail la transcripción de la charla, sepa sacar una conclusión más enriquecedora en una nueva entrada -entrada que yo no leeré, pues realmente es algo que me la suda-.
Y, además, pude atisbar otra conclusión que me hizo pensar que Jorge Carrión no es muy listo: no hubo una sola mención a su libro. Ha escrito Los muertos, un libro que dice Zeberio que es espectacular, y no dijo nada de él.

Señor Zeberio: sepa, no obstante, que conseguimos que Carrión firmara su ejemplar de Los muertos. Supongo, por la cantidad de subrayados y anotaciones que presenta, que tendrá preparada una entrada para ilustrarlo, pero no hace falta que se dé prisa. Ya le estoy cogiendo el gustillo a esto de convertirme en vocero de la alta cultura.

Firmado: vuestro próximo ídolo de la blogosfera, Txomin Bideari

martes, 11 de mayo de 2010

Hoy nos visita... Mario Cuenca (por Txomin Bideari)

Ante la prolongada e injustificada ausencia del fundador y alma mater de este blog, Zeberio Zato, y apremiados por las urgencias que se avecinan, el consejo de administración de Vividor de otras vidas ha decidido sustituir, esperamos que de forma temporal, la pluma del señor Zato por otra no menos dotada para la lírica: la de Txomin Bideari, hasta ahora portavoz del blog en aquellos documentos que exigían participación sonora.

"Queridos lectores:

tengo la satisfacción de anunciar la visita, hoy mismo, de Mario Cuenca. Sí, otra vez. Vendrá a las 19:30 a la librería Auzolan, exactamente a ese extraño foro denominado "Punto de irradiación cultural" de cuya existencia acabo de ser partícipe -al leer la nota de prensa-.

Dicen, en dicha nota, que Cuenca ofrecerá una conferencia titulada "Escribir desde otra tradición literaria". Personalmente no tengo ni idea de qué quiere decir con esto, pero por si acaso no me lo creo. Vamos, que estoy seguro de que a lo que viene el señor Cuenca es a vender su nuevo libro, El ladrón de morfina -que por cierto me ha parecido cojonudo-. También, supongo, aprovechará para hacer alguna mención a Boxeo sobre hielo, su libro anterior, para intentar colocar los últimos ejemplares de la edición. Cosas de los escritores, que se les ve el plumero. Porque todos sabemos qué es lo que mueve a alguien a ponerse a escribir y dar charlas: la pasta. A mí no me engañan.

He intentado localizar por todos los medios al señor Zato, pero parece imposible. Hay malas lenguas que dicen que se ha ido a una isla, o que se ha refugiado en un convento. Incluso algún malandrín infernal ha asegurado, en lo que es un rumor carente de toda posibilidad, que podría estar enamorado. Los que conocemos a ese intelectual -mayor y gordo, para más señas- que escribía hasta hace poco más de un mes en este blog sabemos que es totalmente inmune a esos sentimientos carnales tan poco acordes con su naturaleza espiritual y lírica.

Bueno, sigo con la noticia. Tras documentarme sobre el tono con que el señor Zato deleita a sus lectores -he leído con suma atención la última entrada, esa sobre Hemingway que ha presidido el sitio desde hace semanas-, y con el fin de que su ausencia se note lo menos posible, he decidido tratar de incluir sentencias en su estilo. Así que aquí va mi emulación retórica:

Jodeos, hijosdeputa que no vivís en Pamplona, os perderéis a Mario Cuenca.

Oyes, no sé si me ha salido tan directo como lo habría hecho Zeberio, pero me he quedado bien a gusto."

Txomin Bideari

El consejo de administración de Vividor de otras vidas intentará ponerse en contacto con Zeberio Zato en la charla de esta tarde para saber si se presta a relatar lo acontecido en la misma. En el caso de que mantenga su desaparición en los términos en que nos encontramos ahora mismo, será Bideari quien continuará poniendo en práctica su desvergüenza a la hora de escribir, y contará con vía libre para patear toda información que caiga en sus oídos. Después, será el veredicto popular quien dictamine el futuro de estas letras.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Juan Rulfo en alto


Al estilo de aquella sesión que tuvimos el pasado noviembre sobre Julio Cortázar, esta vez fue un mexicano, Juan Rulfo el elegido para ser leído en voz alta en el foro de Auzolan.

El mismo actor argentino fue capaz de transfigurar su acento al más puro estilo chicano, leyó con confianza, pausa y la entonación justa tres relatos del libro El llano en llamas, unas historias que dejan el alma desasosegada.

Como siempre que se llega a la librería Auzolan, el ambiente fue inmejorable.


Aquí os dejo el link a uno de los relatos que se leyeron ayer, pero como siempre, tenéis que seguir estas instrucciones:

  1. - Leerlo en voz alta
  2. - Despacito, pararse en cada punto y coma
  3. - Imitar el acento mexicano (para los que les salga mal, que lo hagan cuando nadie les oiga)

miércoles, 3 de marzo de 2010

Jorge Carrión - La máquina del cuento (y III)


Desnudo recostado. François Boucher.
Muchísimas gracias a todos por la respuesta a aquella entrada. Me habéis dejado realmente sorprendido porque pensé que nadie se tomaría la molestia de entrar en el blog, leer el relato, pensarlo y redactar después una respuesta. Así pues, con mi mayor sonrisa, agradezco a Julio Querol, Ana, Miguel Baquero, Iñigo Fernández, Luis Tarrafeta, Teresa, Anónimo Antonio y Loquemeahorro su esfuerzo y ayuda para sacar adelante este pretencioso experimento bloguero.

También agradezco a Cristina Vidart, que por otra vía me hizo llegar la imagen de Boucher a la que parece que se refiere Julio Cortázar en su relato, la misma que encabeza esta entrada.

Pero basta de cariños, que me embalo y acabo revelando quiénes son los que no han comentado más que bajo las más crueles amenazas.

Recapitulo, para los más despistados y los que hayáis olvidado en qué consistía el experimento.

La prueba se enmarca en el ciclo de entradas sobre el taller de literatura al que acudí el pasado mes de diciembre. En él, Jordi Carrion desveló una de las claves que aseguran la permanencia de la literatura: la multiplicidad de significados del mismo mensaje. O sea, que una cosa es lo que se escribe y otra lo que se sugiere. Algo tan sencillo de exponer provocó tal cataclismo en mi intelecto -si es que fueran compatibles las palabras intelecto y Zeberio- que me mantuvo en dique seco durante una temporada. Creo que va pasando la sequía, más vale.

La prueba, que me enrollo y al final no lo cuento, consistía en leer el relato de Julio Cortázar, Las líneas de la mano, e intentar encontrar las pistas que nos llevaran a una segunda historia sumergida tras la principal.

Lo repongo para los que no lo conozcáis:


"De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descubrir que la línea continúa por el piso de parqué, remonta el muro, entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada en un diván, y por fin escapa de la habitación por el techo y desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito pero con atención se la verá subir por la rueda del autobús estacionado en la esquina y que lleva al puerto. Allí baja por la media de nilón cristal de la pasajera más rubia, entra en el territorio hostil de las aduanas, rampa y repta y zigzaguea hasta el muelle mayor, y allí (pero es difícil verla, sólo las ratas la siguen para trepar a bordo) sube al barco de turbinas sonoras, corre por las planchas de la cubierta de primera clase, salva con dificultad la escotilla mayor, y en una cabina donde un hombre triste bebe coñac y escucha la sirena de partida, remonta por la costura del pantalón, por el chaleco de punto, se desliza hasta el codo, y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha, que en ese instante empieza a cerrarse sobre la culata de una pistola."
Quedamos en que el mensaje era uno solo: el recorrido de una línea que empieza en una carta, pasa por diferentes escenarios -las pistas que conectan las dos historias- y termina cerrándose sobre una pistola. A partir de aquí, cada cual era libre de plantearse significados secundarios.

Como comenté, no hay nada que me parezca casual en el relato de Cortázar. Si, además, Jordi Carrion tenía razón, y yo así lo creo, todos los datos que aparecen son pistas que comunican la historia que aparece en primer plano -el ejercicio de estilo sobre el recorrido de una línea- con una narración sumergida que es la que realmente se nos pretende referir.

Y para empezar voy a comprar boletos para un tortazo y contar mi interpretación del relato.

Las claves me sugieren un recorrido que se va tornando más errático conforme avanza la narración. Comienza con una carta. Hay dos mujeres relatadas, lo que nos puede sugerir un lío de faldas. La primera está al lado de un cuadro de Boucher -o pintada en él- y la segunda es la más rubia. Empiezo a pensar en una casa de nivel adquisitivo o cultural alto, pues no me imagino en los suburbios un cuadro de este tipo. Vamos, una buena mansión. Conforme avanza la historia aparecen otros elementos: el alcohol, un hombre triste que bebe y un lugar lleno de ratas en los bajos fondos de la ciudad. Al final, una pistola.

Interpreto. El relato nos narra la decadencia de un hombre acomodado que, por sus propios errores, se ve abocado a una vida que zigzaguea: líos con una rubia -con medias de nilon cristal, ojo-, adicción al alcohol, mala vida por los bajos fondos... ¿Podría ser esta la historia que está escrita en la carta, la misma que lee la mujer del diván mientras su marido se suicida? No seré yo quien se atreva a decir que es la interpretación buena, pero por lo menos cabe en el relato.

Los comentaristas hicieron otras muy interesantes, algunas diferentes, aunque con bastantes puntos en común con la mía. Todas ellas, por supuesto, son igual de válidas y posibles pues respetan las pistas que nos dejó Cortázar y se diversifican gracias a la ambigüedad con que sujeta el relato.

¿Nos cabe, bajo estas premisas, la interpretación de Íñigo Fernández donde expone que es el recorrido de un suicida entre que escribe la carta y se pega el tiro? Coincide en lo básico con la mía, aunque él piensa que lo que se narra es el último día del suicida, no la historia de su vida.

¿O bien alguna de las de Ana, que encuentra interpretaciones simbolistas al relato, pero también nos habla de la línea como el hilo que une el deseo con la realidad? Es interesante esa interpretación, que yo no había sospechado, pero veo que también cabe entre las pistas que deja Cortázar. Luis Tarrafeta, además, aporta más enjundia a esta idea con su concepto de “conexiones”.

¿Y las múltiples interpretaciones de Loquemeahorro? La primera es muy original, me encanta: la carta no es de un suicida, sino de su mujer avisándole de que se ha enamorado de otro, por eso se suicida. O bien la carta es una llamada de atención de un suicida para que le pillen antes de ejecutarse. Son todas ellas, como la que realiza Teresa, interpretaciones que caben perfectamente en el relato de Cortázar.

El anónimo Antonio, quizás por prudencia, se limita a destacar las pistas que encuentra, pero no cierra una interpretación única al texto. Bien extraídas las claves, pero... ¡había que mojarse, Antonio!

Además, me alegro de que haya habido voces contrarias a la tesis que defiendo. Puede ser, efectivamente, que en este relato los escenarios que recorren la línea sean lugares aleatorios elegidos sólo por su contribución a la sonoridad poética del texto, o para crear una atmósfera determinada pero sin intención de narrar nada. Pese a que mantengo mi opinión de que todo lo que Cortázar relata está ahí por algo, dejo abierta una puerta a estas opiniones. ¿Y si no hubiera nada intencional en el texto? ¿ y si el autor se hubiera limitado a utilizar las palabras y conceptos porque sí? Julio Querol, entre los que así opinan, defiende que se trata de un relato irreal y enigmático. Miguel Baquero, más contundente, lo define como un ejercicio de estilo, un artificio que tiene valor en sí mismo por su belleza.

En fin, creo que un lector aficionado como Zeberio Zato enseñe a leer a la gente es tan pretencioso como ridículo. Por supuesto, no se trata de una intención de sentar cátedra, sino de divulgar un taller al que tuve la suerte de asistir y que me dejó un gratísimo sabor de boca. Espero haber podido trasladar algo de lo que allí aprendí.

Más del mismo tema:
- La máquina del cuento (I)
- La máquina del cuento (II)

Ahora, mis disculpas por la tardanza de casi un mes en publicar este post. Pese a amenazas e insistencias, he tardado lo indecible en decidirme a lanzar una entrada que estaba prometida para mucho antes. No utilizaré como excusa el hecho de haber tenido mucho trabajo, ni mucha vida personal, ni muchos otros acontecimientos literarios que me han obligado a demorarme en exceso. Así, pues, me autoflagelo, sin compasión, desde este blog para escarnio público que satisfaga a los comentaristas que no llevan bien las esperas.

lunes, 1 de marzo de 2010

Zeberio publica en otro blog


Que no quiero decir que se vaya a convertir en algo habitual. Es más, dudo que la idea se vuelva a repetir, pero... estoy muy contento porque la persona que nos sorprende cada X tiempo en el blog Sistemas tecnovivos ha tenido la brillante idea -léase "brillante" con toda la ironía que se puede aplicar al término- de contar conmigo para un experimento.

Pensó la ideóloga en colocar a Zeberio Zato al lado de Ana Jaka en su blog. Bueno, no a los personajes físicos, que en eso el que os habla saldría claramente perjudicado... sino a lo que cada uno tenemos a bien escribir. Que vaya, seguimos en las mismas.

Nos envió una imagen, nos pidió que escribiéramos aquello que nos sugería y... salió esto que podéis leer aquí.

¡Ah! Esta es la imagen. Así, en pequeñito, para que os sugiera menos cosas que a mí.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Agur, diomedea


Se nos va la esperanza a los blogueros aficionados a la escritura. Sergi Bellver anuncia en su blog que toca retirada y nos deja sin el Premio de Relato mínimo diomedea. En sí mismo, esto puede parecer una mala noticia, pero no. Esto es una auténtica tragedia.

Porque yo ya expuse en una entrada anterior mi enfado con este premio. Pensé en iniciar acciones de fuerza (pinchar neumáticos, partir tibias...), pero como muestra de paciencia y buena voluntad pensé para mis adentros: déjalo, amenaza más tarde, empieza con una queja diplomática no exenta de rabia. Pues eso, ahí me quedé. ¿Y de qué ha servido?

Primero, a la X convocatoria han enviado tres relatos (mejores que el mío, vale, lo acepto) que el jurado ha considerado buenos. Pero seguro que ninguno de los tres había expuesto públicamente su disgusto por convocatorias anteriores. ¿A que no? Incluso algo más diré, en forma de pregunta retórica: ¿Dónde está el quedar bien con los escritores noveles con futuro prometedor, Sergi? (alusión personal para escarnio del convocante)

¿Eh? (insisto, para superar la retórica e implorar una respuesta cariñosa que me aleje de las drogas y el alcohol y me permita continuar mi próspera carrera como escritor)

Y segundo, esas risitas veladas que adivino en tu entrada. ¿Qué es esto? (obsérvese detenidamente el paréntesis jocoso, que pinto de verde por si los más despistados no saben leer entre líneas): "Muchas gracias a todos los participantes en las diez ediciones (en especial a los más perseverantes, que mantuvieron el empeño aun sin cosechar siempre frutos)"

¿No te referirás a mí, no? Gfrlxmpzffffff!!!!!

Ya me he relajado (y una mierda). Dejo, pues, de vomitar vísceras por el blog porque creo que mi ira ha quedado convenientemente glosada. La única satisfacción que tengo es que no volveré a hablar sobre el Premio diomedea ni aunque siga ganándolo en sueños.

Qué putada, Sergi. (Si un día sacas un ratillo, convócame un premio para mí solo, anda...)

Por cierto, ¿alguien sabe de otro concurso donde pueda presentar los textos vilipendiados en este? Lo digo porque (no doy para mucho más y...) quizás en otro (con jurados analfabetos o fáciles de comprar) puedo rascar algo.

martes, 23 de febrero de 2010

23-F

Tras el ejercicio de subditismo -neologismo que me invento para designar a los que se sienten orgullosos de ser súbditos- del año pasado, llegamos a este nuevo aniversario sin noticias que nos recuerden el miedo de entonces. Trataré de olvidar rápido aquellos documentales poco creíbles sobre lo bien que lo hizo el rey un día como hoy, en 1981.

Sé que no es mucho, pero me apetecía soltarlo.

Dedicado a todos aquellos
que creen en sus ideas
por encima de las personas.
Con mi más sincero odio.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Foro de Auzolan - Irradiadores de cultura

Tenemos buenas noticias, porque el Foro de Auzolan vuelve a llenar de letras Pamplona tras el parón navideño. Esta vez ofrece lecturas interesantes, tertulias y visitas de buenos escritores, algunos de los cuales ya han aparecido en diversas ocasiones por el blog.

Literatura literal, la sección en la que se leen en voz alta textos de los autores que se lo merecen -y en la que ya see declamaron textos de Julio Cortázar y Jorge Luis Borges el anterior trimestre-, nos acercará la lírica del mexicano Juan Rulfo y de Patricio Pron. Este último ha confirmado, además, que asistirá personalmente al evento, con lo que no habrá dudas de que la entonación con que leerán sus textos serán los adecuados.

Además, las charlas tertulia que presentará Roberto Valencia versarán sobre Vasili Grossman, un autor soviético que fue conocido hace cuatro años tras traducir al castellano su novela Vida y destino; y Don DeLillo, el profeta americano que ha sabido ver como nadie los efectos de la explosión del capitalismo.

Y por último, habrá visitas que nadie que guste de hablar de literatura debe perderse. Además del mencionado Patricio Pron, aparecerán por la librería los editores de Impedimenta -no hace falta que insista sobre cuánto me gusta esta editorial-, Nórdica y Sexto Piso. Jorge Carrion, el escritor que ofreció aquel epifánico taller de literatura sobre el que sigo hablando -sí, sé que faltan las conclusiones al texto de Cortázar, no me presionéis-, ofrecerá una charla sobre las últimas tendencias de la narrativa en castellano que, no me cabe duda, revelará datos que serán muy útiles para el futuro de este blog.

El broche de oro a la temporada contará con un visitante de excepción: Eloy Tizón, que acude a recibir un merecido homenaje por su libro Velocidad de los jardines, un título probablemente desconocido para el gran público, pero que se ha convertido en imprescindible para todos aquellos que nos sentimos atraídos por el género de los relatos. No sé si esto que voy a hacer contradice los derechos de propiedad intelectual, pero en este enlace aparece el relato que da título al libro y que es una maravilla. El enlace no está en este blog, que lo he encontrado por ahí, pero si alguien sabe que esto que hago está mal, por favor me avise y lo quitaré de aquí ipso facto.

Todos los eventos se llevarán a cabo en la librería Auzolan, en la calle Tudela, 16 de Pamplona.


Agenda Foro Auzolan, 2010

- Martes, 23 de febrero. 19:30 h.
Literatura literal
El desierto de Juan Rulfo

Comentario

- Martes, 9 de marzo. 19:30 h.
Nuevos editores para nuevos tiempos
Enrique Redel (Ed. Impedimenta), Diego Moreno (Ed. Nórdica) y Santiago Tobón (Ed. Sexto Piso)


- Martes, 23 de marzo. 19:30 h.
Charla tertulia
Vasili Grossman: vida y destino de un disidente soviético


- Martes, 13 de abril. 19:30 h.
Charla tertulia
Don DeLillo: el último visionario norteamericano


- Martes, 27 de abril. 19:30 h.
Literatura literal
Patricio Pron: un argentino en Alemania (con presencia del autor)


- Martes, 18 de mayo. 19:30 h.
Charla tertulia (a cargo de Jorge Carrion)
Últimas tendencias de narrativa en castellano

- Martes, 1 de junio. 19:30 h.
Homenaje a Eloy Tizón
Velocidad de los jardines (con presencia del autor)

lunes, 8 de febrero de 2010

Jorge Carrión - La máquina del cuento (II)

"De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descubrir que la línea continúa por el piso de parqué, remonta el muro, entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada en un diván, y por fin escapa de la habitación por el techo y desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito pero con atención se la verá subir por la rueda del autobús estacionado en la esquina y que lleva al puerto. Allí baja por la media de nilón cristal de la pasajera más rubia, entra en el territorio hostil de las aduanas, rampa y repta y zigzaguea hasta el muelle mayor, y allí (pero es difícil verla, sólo las ratas la siguen para trepar a bordo) sube al barco de turbinas sonoras, corre por las planchas de la cubierta de primera clase, salva con dificultad la escotilla mayor, y en una cabina donde un hombre triste bebe coñac y escucha la sirena de partida, remonta por la costura del pantalón, por el chaleco de punto, se desliza hasta el codo, y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha, que en ese instante empieza a cerrarse sobre la culata de una pistola."

Las líneas de la mano
Julio Cortázar

Qué contradicción: escribir sencillo es muy difícil. Llevo enfrascado en esta entrada, la segunda parte del taller “La máquina del cuento” -aquí, la primera-, cerca de dos semanas. Y no hay manera de conseguir expresar aquello que Jorge Carrión supo explicarnos de forma tan diáfana.

Así que, en vistas de que se me está quedando cara de inútil y que no me apetece colaros de mala manera una entrada que me disgusta, he pensado que podíamos hacer una prueba: leemos este relato de Julio Cortázar, comentamos qué nos parece, y dentro de un par de días recapitulo. Recapitular consiste en dar la conclusión a la que llegué tras asistir al mencionado taller y compararla con las que he recibido.

Antes os doy alguna pista, para que sepáis hacia dónde quiero llegar.

Un relato, como explicaba en la entrada anterior, debe posibilitar diferentes lecturas. Aquel de Augusto Monterroso, -”Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”-, era un ejemplo extremo de narración que aceptaba muchos significados. Pero tenía una pega: no apuntaba hacia ninguno en concreto, así que dejaba al lector sin rumbo y, por tanto, con toda la libertad para no buscarle tres pies al gato, o quedarse con el que más conviene si hablamos de un lector avezado. El problema de este texto tan breve es que requiere del lector una participación excesivamente alta en la lectura.

El de Cortázar también exige al lector, pero a cambio sí que ofrece pistas para que encontremos el significado escondido. Esto es lo que tenemos que intentar encontrar: la historia que aparece sumergida en el relato. Para ello, tenemos que ir recogiendo esos datos relevantes y pensar qué es lo que ha podido esconder tras la historia principal.

Nada de lo que cuenta Cortázar es casual, por lo que, y aquí la pregunta que os lanzo: ¿el relato trata únicamente sobre una línea que parte de una carta, dibuja diferentes escenarios y termina en una pistola? ¿Alguien ha encontrado otras historias tras Las líneas de la mano?

Os animo a todos a que lancéis vuestras hipótesis. Así, además de que haréis más interesante este blog... ¡me echaréis una mano para que pueda terminar la siguiente!

Gracias de antemano.
Más del mismo tema:
- La máquina del cuento (I)
- La máquina del cuento (y III)

jueves, 28 de enero de 2010

J.D. Salinger - Esta vez muerto de verdad

"Me quedé solo en la tumba. En cierto modo me gustó. Aquello estaba muy bien y muy tranquilo. De pronto no se imaginan lo que vi en la pared. Otro «Que te jodan». Estaba escrito con una especie de lápiz rojo justo debajo de la parte de cristal de la pared, debajo de las piedras.

Eso es malo. Que no hay forma de dar con un sitio bonito y tranquilo porque no existe. Puedes creer que existe, pero una vez que llegas allí, cuando no estás mirando, alguien se cuela y escribe «Que te jodan» delante de tus narices. Prueben y verán. Creo que si algún día me muero y me meten en un cementerio y me ponen encima una lápida que diga Holden Caulfield y el año en que nací y el año de mi muerte, debajo alguien escribirá «Que te jodan». De hecho estoy convencido."


El guardián entre el centeno (1951)
J.D. Salinger

Quizás alguien, un día, cumpla el sueño de Holden Caulfield y escriba un «Que te jodan» debajo de la tumba del autor. Desde ayer, Jerome David Salinger no está entre los vivos, aunque creo que el dato no es tan importante pues se había ido tiempo atrás. Son ya décadas las que llevábamos sin saber nada de ese hombre huraño, controvertido y antisocial. Sólo nos quedaba su obra, como ahora. Y no es poco.

Como ocurre con muchos otros genios, la persona era lo de menos. Me quedo con sus Nueve cuentos, una serie de historias de guerra, amor e infancia que son, para mí, lo más genial que escribió el autor. Incluso más que El guardián entre el centeno. Tengo en mente una entrada sobre la novela, pero todavía debe esperar, que me faltan una relectura y unas cuantas reflexiones para poder dar en algún clavo sólido.

Hoy sólo puedo decir «Descanse en paz».

O mejor, «Que te jodan».

PD: El blog El síndrome Chéjov incluye un relato que merece la pena ser leído. Su autor es Miguel Ángel Muñoz -el blog es suyo- y me ha parecido un homenaje genial. Pinchad aquí si queréis disfrutarlo.

martes, 26 de enero de 2010

Jorge Carrión - La máquina del cuento (I)

"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí."

El dinosaurio
Augusto Monterroso


Durante muchos años, este microrrelato del guatemalteco -aunque nacido en Honduras- Augusto Monterroso -aquí lo que dice de él la Wikipedia- estuvo considerado el relato más breve de la historia. Sí, es sólo esa frase, nada más. Ahora, claro, muchos pensaréis: eso no es un microrrelato, eso es jeta. Bueno, también eso pensé cuando lo leí la primera vez, pero si tanta gente entendida decía que era un microrrelato, no sería yo quien les fuera a llevar la contraria.

¿Y a qué viene esto? Pues es la introducción al taller de narrativa que, enmarcado en los
Encuentros Literarios 2009, ofreció Jorge Carrión el pasado mes de diciembre. Por supuesto, acudí a la localidad navarra de Alsasua donde se celebró el evento, y conseguí hacer mías algunas de las claves que rigen "la máquina del cuento". Ya comenté en otra entrada la sequía literaria que siguió a este taller, sequía que poco a poco voy superando y que espero que dé paso a otro nivel en mis futuros escritos, o a encontrarles nuevas posibilidades a los viejos.

La clave fundamental, en palabras textuales de
Carrión, es que "la literatura funciona cuando tiene múltiples significados". Como no es fácil de explicar esta idea de forma teórica, vuelvo al ejemplo de Monterroso.

Veamos algunas posibilidades interpretativas:

Podemos, por ejemplo, pensar que Monterroso escribió un texto fantástico: un señor se levanta por la mañana y ve que el dinosaurio sigue en su jardín. El microrrelato, aunque simple, serviría.

O situémonos en una clave de carácter ético. El relato nos sirve para plantearnos la realidad de todos aquellos que no hacen nada por solucionar los problemas, esos ilusos que pretenden que mientras duermen se resuelvan solos. Inevitablemente, al levantarse descubren que todos ellos siguen ahí. En este caso, el dinosaurio sería una representación de todos esos problemas. Vemos cómo la idea se va haciendo un poco más compleja.

Pero también podríamos pensar en una variante más simbólica: la prostituta que despierta y se encuentra con que el anciano con quien ha pasado la noche no se ha ido de su lado. O bien, atendiendo a una realidad tristemente actual, dinosaurio puede referirse al maltratador visto por su esposa herida. Ambos casos podrían resumirse mediante este relato.

Como vemos son múltiples los significados que podemos extraer. Incluso hay otro, aún más elaborado, que podría responder más a la intención del autor en su momento ya que está en relación con sus propias vivencias. Monterroso se tuvo que exiliar cuando los militares tomaron el poder, en 1957. Y cada día, al despertar, comprobaba que el dictador militar seguía allí y él no podía volver a Guatemala.


En todas las interpretaciones que se realizaron en el taller, que fueron muchas más de las que aquí recojo, el famoso dinosaurio se planteaba como una perfecta forma de expresar muchas ideas diferentes. ¿A alguien se le ocurre otra frase que pueda condensar un número tan alto de significados y expresarlos de forma perfecta?

Si, como decía al principio en palabras robadas a
Jorge Carrión, "la literatura funciona cuando tiene múltiples significados", está claro que el de Monterroso es un ejemplo de lo que denominamos literatura, hecho que justifica que se encuentre entre los relatos más leídos y comentados de todos los tiempos.

Tenemos, pues, que quitarnos de la cabeza la idea preconcebida de que se trata de una ocurrencia fugaz, una frase que aparece por la cabeza y a la que después hemos de encontrar significado. Este relato no es un alarde de jeta, sino la condensación de muchas horas de reflexión apoyada por, seguramente, textos mucho más largos pero menos significativos.
Monterroso consigue expresar, de la forma más precisa y sintética posible, la idea de la perdurabilidad de los problemas, de los errores o de los dictadores.

"La máquina del cuento"


No me atrevo a condensar en una sola entrada todo lo que dio de sí el taller. Nadie terminaría de leerla -bueno, no sé si alguien terminará tampoco de leer esta, que me ha salido una buena chapa-, pero si pretendo que se entienda algo de lo que quiero contar es mejor parar aquí, recoger la idea y esperar a la siguiente entrega. En ella intentaré haceros llegar, como hizo conmigo Carrión en Alsasua, alguna de las formas que podemos emplear para dotar de múltiples significados a un relato.

Prometo la mejor de las voluntades, que espero que vaya acompañada por la pericia a la hora de trasladar el concepto.

Más del mismo tema:
- La máquina del cuento (II)
- La máquina del cuento (y III)

martes, 19 de enero de 2010

De excusas y ausencias

Ilustración: Ana V.

Desde que echara a andar hace algo más de un año, nunca Vividor de otras vidas había pasado tanto tiempo si actualizarse. Se equivoca quien piense que se ha debido a alguna cuestión de exceso de ocupaciones. Tampoco ha sido por causa de uno de esos periodos de vagancia extrema que de tanto en tanto me secuestran con pesadez incómoda.

Si he permanecido oculto, sin una sola letra, es porque no me salía nada. Nada de nada. Y todo tiene su explicación.

Dejo al margen, porque a nadie interesan, circunstancias personales que me han colocado en un estado distraído y feliz. Son las casualidades literarias las que caben aquí, y también en ese aspecto ha habido novedades.

En pocas semanas han coincidido en el tiempo dos acontecimientos que me han llevado a una situación cuasi epifánica en lo que a las letras se refiere.

Por un lado, se cerraron los Encuentros Literarios '09 con un intenso y revelador taller impartido por Jorge Carrión -por cierto, no dejen de mirar su página web, donde acaba de anunciar la próxima presentación del libro Los Muertos, que promete mucho-. A partir de ese taller, decía, una nueva forma de entender el cuento ha arrasado con todo lo anterior. Mis relatos viejos han pasado al cajón de las ideas desechables y mi forma de leer ha sufrido un giro notorio. El descubrimiento comenzó siendo una nebulosa imposible de asir, pero de forma lenta ha ido decantando, poco a poco. Ahora ya puedo ver luz al final del túnel, y sólo escribo y espero con ansiedad encontrar sus frutos en mis próximos intentos literarios. -aquí, la primera entrada sobre el taller-.

Por otro lado, casi de forma coincidente terminé la lectura de 2666, de Roberto Bolaño. Es uno de esos libros que se convierten en una experiencia vital. No pongo fecha, pero lo comentaré aquí en cuanto supere su tiempo de reposo y reflexión.

Estos dos eventos literarios secaron por un tiempo mi neurona: las lecturas se atragantaban y la pantalla del ordenador se convertía en un muro cuando abría el word.

Luego llegaron las navidades con su familia y sus emigrantes retornados, las comilonas, los besos y abrazos que venían del pasado; también hubo una intoxicación por ostras y muchos cubatas que distorsionaron el presente y, de pronto, se apareció un inesperado futuro de sonrisas en aquella gloriosa mañana regada por verdejitos.

Entre todo esto, el blog se mantuvo en un estado latente que se alargó demasiado.

Pero como todo lo que va vuelve, no se me asusten ustedes, queridos lectores, ni dejen de pasarse por aquí. A ver si ahora que parece que alguien me lee voy a espantarlos a todos. Esta temporada en la parra llega a su fin, terminó el respiro literario y ya noto cómo la neurona vuelve a funcionar.

Mañana, en sus pantallas, La máquina del cuento echará a andar.

jueves, 7 de enero de 2010

Felices próximos mil años

Pequeña cobarde
en el punto
más extremo del árbol.

Debo quedarme aquí
el tiempo que haga falta.

Asusta el infinito
del cielo, la aventura,
asusta no saber, aprender en el aire.

Debo tomar impulso.


A veces Ana Jaka se te cae encima. Te pilla en un momento vital y te da un sopapo de esperanza.

Ya hablé de su libro, Mero amor / Línea discontinua, y de su presentación, pero me encanta leerla y releerla.

Como empezamos año, y nada se puede hacer sin deseos, he aquí mi reto: dejar los miedos, y tomar impulso.